Vathek
Una pesadilla de 121 paginas
¿Escucharon hablar alguna vez de Vathek? tal vez si, tal vez no. Yo lo conocí gracias a mi tío Guillermo, que me lo regaló el año pasado en Villa Gessel. Hasta la fecha, Vathek es uno de los mejores libros que he leído en toda mi vida, y (entre otras cosas) un viaje a la locura en 121 paginas asombrosamente narradas por William Beckford.
Borges dice en el prólogo de mi edición (Biblioteca 100x100) que Beckford lo escribió en sólo seis días, a raíz de una pesadilla que lo acoso en la noche. Y yo creo que esto es posible, porque si hay algo que el libro tiene es un contexto de ensueño tan vivido y maravilloso como pocos del genero. Las metáforas que usa el autor para describir el entorno fantástico, situado en un mundo similar al de Las Mil y una Noches, están logradas con una poesía fulminante.
Todo en Vathek es gigantesco como un pequeño país, o hermoso como el paraíso o terriblemente oscuro, como los más sinuosos caminos que llevan al infierno. No hay grises ni puntos medios, y nada es lo que parece.
El libro cuenta la historia de un Califa llamado Vathek, que proviene de la descendencia de grandes reyes, y él, a su modo, también es un monarca bastante ejemplar. Tiene cinco palacios enormes, cada uno para el goce de cada sentido. Repletos todos ellos de las mas grandes maravillas que su imperio puede albergar, mujeres, comida, tesoros, joyas, obras de arte...la lista es interminable.
Pero a Vathek se le ocurre que no es suficiente, debe hacer algo aun mejor, algo que lo deje en la historia como el Califa más zarpado. Y se le ocurre la idea de hacer una torre tan alta que pueda llegar al paraíso. Bueno, la torre no llega hasta el paraíso, pero sin duda es una construcción memorable, desde donde los estudiosos pueden ver las estrellas y desenvolver los misterios que se ocultan tras el velo de la noche.
Para Vathek no es suficiente, ni siquiera con aquel monstruo que yace cerca del palacio, donde su madre, Caratis (la única que puede hacerlo entrar en razón) lleva a cabo intrigantes ritos de brujería junto a sus esclavas negras y tuertas.
La ambición, alimentada por su madre, que Vathek no puede detener, llamara la atención del profeta Mahoma en el cielo, quien decide castigarle. No habrá rayos fulminando su nación, al estilo Zeus, tampoco grandes cataclismos Bíblicos. Sera un largo camino, que Vathek emprenderá con todo su suntuoso séquito, tras la visita de un extraño personaje; Quien le asegura tener la formula para que se convierta en el Califa más grande de todas las historias y todos los cuentos. En tal marcha se le darán las oportunidades pertinentes para que regrese a la recta senda del Islam; y Vathek deberá escoger su camino. De allí en adelante las cosas sólo irán empeorando, como un dique que comienza con una pequeña grieta, casi minúscula y termina en derrame arrasador.
Este libro no lo recomiendo, les ordeno, si les gustaron los clásicos de Las Mil y Una Noches, que lo encuentren y lo lean. Les puedo asegurar que les va a encantar. Ah, y el Final del libro es simplemente insuperable.
Es un excelente libro, gracias duende!
ResponderEliminarHace poco me enteré que Beckford planeó escribir cuatro historias relacionadas con Vathek. La primera es ésta, la segunda se publicó después de su muerte, la tercera la dejó inconclusa y la cuarta la destruyó por considerarla "demasiado procaz".
ResponderEliminarEl segundo episodio se llama "Los episodios" o "Los episodios de Vathek".
Todavía no pude encontrar el libro pero trata lo siguiente: Cuando Vathek y Nuronihar llegan al Palacio del Fuego Subterráneo, donde se abandona toda esperanza, encuentran en una pequeña habitación cuadrada a cuatro jóvenes de buen aspecto y a una bella mujer. Son los príncipes Alasi y Firuz, el príncipe Barkiarokh, el príncipe Kalilah y la princesa Zulkais. Vathek les cuenta la historia de su vida, cuya ambición y deseo fáustico de conocimiento le han conducido a la perdición. Los otros personajes van a relatar también el camino de su hundimiento. Las narraciones de los jóvenes de la habitación cuadrada constituyen Los Episodios. El lugar de la narración es, sin duda, singular: el Abismo.
Gracias Guille, esta fue la nota mas vista del Blog. Eso deja constancia de lo bueno que es el libro, lo deben googlear mucho.
ResponderEliminar